"Dos Gardenias" para Isolina Carrillo (historia)



Con apenas 10 años Isolina Carrillo entró en al mundo de la música, sustituyendo al piano a un miembro de la orquesta de su padre. Había nacido en La Habana, en 1907, cuando la música más escuchada era el danzón y creció en un ambiente humilde pero propicio al gusto musical. El padre sonaba el laúd, el tres o los cueros, un hermano era flautista y otro baterista.

Isolina estudio en el Conservatorio Municipal de La Habana con notas de sobresaliente, y como premio, llegó a dirigir la orquesta de la institución.

Melodía y versatilidad caracterizaron su unión con la música. Tocó la trompeta con Los trovadores de Cayo Hueso, el piano con el Conjunto de Guyún. Cantó con el Conjunto Vocal Siboney. Creó una orquesta gigante de danzones para la emisora radial RHC Cadena Azul, donde también atendió la dirección musical. Con su esposo Guillermo Arronte, conformó un cuarteto con el que viajó por toda Sudamérica.

En la década del 40 surgieron las primeras composiciones musicales, hasta llegar a más de doscientas, aunque solo fueran registradas cerca de ochenta, entre boleros, montunos, guarachas y hasta canciones líricas.

Las creaciones más conocidas de Isolina fueron, entre otras, Miedo de ti, galardonada como la mejor composición de 1948, Soy tu destino, Canción sin amor, Viviré para amarte, Fiesta de besos, Increíble, Sombra que besa -con textos de Rosendo Ruiz, hijo- y la más difundida: Dos Gardenias, registrada el 23 de abril de 1947, de la cual su autora confesó en una ocasión: "Dos Gardenias con sus incontables grabaciones y versiones, es algo más que un éxito comercial o de popularidad. Es un pedazo de mi vida"

Dos Gardenias se convirtió en una especie de himno en muchos países, especialmente en España y México, donde alcanzó el Premio Ariel, en 1952, por mantenerse durante dos años, en el primer lugar de preferencia.

Muchos se preguntan por qué una canción puede mantenerse en el gusto popular durante tantos años. En el caso de Dos Gardenias, como afirman críticos literarios, su texto no posee alto vuelo poético. No cabe duda, entonces, que la permanencia de esa canción, descansa en su melodía.

El puertorriqueño Daniel Santos fue quien primero grabó y popularizó Dos Gardenias, con la orquestación de Pérez Prado, que agregó a la edición el piano acústico, trabajo novedoso para la época. Otras figuras hicieron suya la composición, Pedro Vargas, Toña la Negra y Nat King Cole.

En el plano nacional son muy apreciadas las versiones de Dos Gardenias de Vicentino Valdés, Elena Burke, Fernando Álvarez, Alberto Ruiz, Roberto Sánchez y Antonio Machín, que poco antes de morir la colocó entre los primeros lugares en España.

Recordemos, pues, a Isolina Carrillo, quien entregó hasta su muerte, lo mejor de sí a la música, en esta villa de San Cristóbal de La Habana, que se apropió de sus Dos Gardenias.

Fte: Tomado del trabajo de Cubarte: Isolina Carrillo y sus Dos Gardenias. Por: Josefina Ortega.

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